Las cinco Entidades Financieras más grandes de España mantienen una cuota de mercado del 68 %. Es decir, más de la mitad de los españoles compramos nuestros productos y servicios financieros en estos cinco bancos. En el año 2007, solo correspondía al 41 % de la sociedad, entonces, existía muchos más bancos, cajas de ahorros y cooperativas donde comparar precios.

Esta concentración se inició con el estallido de la crisis financiera global, en el año 2007, y hasta el momento no han parado las fusiones y absorciones. En todos estos años, España ha sido el país con la concentración bancaria más agresiva de la Unión Europea.

El Banco Central Europeo ya ha puesto su foco en nuestra industria financiera, valorando el nivel de concentración bancaria en una situación de alerta moderada aunque todavía no es preocupante. La finalidad de esta institución es la de defender la libre competencia en el sector. Sin embargo, las autoridades europeas siguen insistiendo desde hace ya varios años en intensificar las fusiones entre entidades de una misma zona y entre diferentes países dentro de la zona euro. Argumentando que todavía queda margen para nuevas fusiones.

El número de entidades financieras en el año 2007, contando como entidades a bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito, ascendían a 45 empresas. En este momento se encuentra solo 12 bancos relevantes. Este año 2020 ya se están adelantando conversaciones para nuevas fusiones y absorciones, con lo cual, el número pronto será menor. En solo doce años han desaparecido 33 entidades financieras, muchas de ellas, la mayoría, cajas de ahorros. Esto es algo sorprendente y nunca visto. Teniendo en cuenta además, que la mayoría de esta reestructuración ha sido a cargo de los contribuyentes. El dinero necesario para soportar esta transición ha ido directamente a deuda pública, que ya se sabe, no se conseguirá recuperar ni el 80 %. Es un lastre que no se resolverá al menos hasta que pasen dos generaciones.

 ¿Estaremos construyendo un oligopolio financiero en nuestro País? Hablamos de oligopolio cuando en número de vendedores es muy reducido, de manera que controlan y acaparan las ventas de determinados productos como si hubiera monopolio (oligo = pocos, polio = vendedor). Si analizamos las ratios, cifras y estadísticas que recogen las diferentes instituciones y organismos competentes, parece ser que sí, esta concentración nos está llevando a un oligopolio financiero que hace que nos sintamos más vulnerables. Los países de la Unión Europea con menos concentración bancaria al día de hoy son Alemania, Luxemburgo, Reino Unido, Italia y Austria.

¿Por qué pasa esto? Los bancos más pequeños les va a ser difícil cumplir con los nuevos requisitos regulatorios, principalmente de capital. Teniendo en cuenta un entorno de tipos de interés al cero por ciento, en un contexto de rentabilidades muy bajas. El BCE prefiere menos competencia a causa de la concentración bancaria a costa de los consumidores antes que mantener entidades financieras poco rentables y débiles, comparadas con sus homólogos fuera de la zona euro. Esto hace que empujen a las entidades más pequeñas, con menos músculo en su balance, a buscar pareja de viaje y evitar seguir solas.

Una de las consecuencias de haber poca oferta es que los participantes de este mercado están al tanto de las acciones del otro. Por lo tanto, las decisiones de algunos influyen en las de otros. Esto hace que ejerzan un poder de mercado provocando que los precios se eleven y las características de los productos se homogenicen.

El nivel de concentración del que hablamos y la cuota de mercado de las entidades más importantes se agravan cuando el análisis lo llevamos a nivel regional. En algunas plazas directamente no existe competencia ninguna, generando un monopolio financiero a sus vecinos.

Nosotros, desde beabank, pretendemos romper este oligopolio y crear competencia entre las entidades financieras. ¿Cómo se hace esto? Creando motivos para que las entidades se peleen entre ellas con la finalidad de conseguir un volumen de negocio más elevado e importante. Es decir, desde la comunidad beabank, al crear grupos para negociar con los bancos, estamos reuniendo un volumen de negocio significativo, creando una concentración de consumidores. Este paquete lo presentamos a los bancos a través de subasta, dejando a las entidades que nos presente sus ofertas. De esta forma, dejamos de lado sus precios estándares y nos vamos a negociar con ellas como lo hacen los grandes patrimonios de nuestro país.

Juntos somos más fuertes. Ahora la concentración la vamos a protagonizar nosotros, con el impulso de beabank. Nuestra concentración de usuarios nos dará empoderamiento y haremos que el oligopolio bancario cada vez posea menos fuerza e importancia.